Mis alumnos me preguntaban el otro día si yo veía OT. Les dije que no… que no lo estaba siguiendo, que ya vi aquellas versiones antiguas de los gloriosos Bisbal y Chenoa, Rosa de España, Bustamante… y ya entonces, pensaba igual que ahora. Me miraron algo confusos: “Eres cantante, das conciertos… ¡tienes que ver OT!”

Y me gustaría, humildemente, contarles lo que pasa cuando uno es músico… pero ni en una clase de coro, guitarra o teatro me daría tiempo… ni sé si quiero contarles…

La vida real no es OT. Aunque si puedo decir algo bueno de OT es, al menos… que traten de explicar a las gentes, que para ser artista hay que trabajar duro. Pero ese trabajo de esa academia, tampoco es el de la vida real. En la vida real no hay un jurado tan poco exigente ni una academia que prepara cada minúsculo músculo de tu cuerpo para que cantes, ni tu actitud interpretativa, ni nada… en la vida real el jurado es mucho más riguroso y selecto… es un público al que te muestras sin ropa y al que intentas cautivar con cada canción,… y el peor tribunal es uno mismo, que se castiga sin piedad la noche que no ha estado todo lo bien que deseaba… La academia son miles de kilómetros, marrones, cargas y descargas de equipos, batacazos, encuentros con gente, personas que, en el mejor de los casos, saben cuál es tu nombre.

En la vida real de un músico de a pie, este compagina sus conciertos con otras cien actividades o trabajos para conseguir llegar a fin de mes.

En la vida real no es tan mediático el esfuerzo y el entrenamiento que uno dedica a su trabajo como artista o cantante o compositor… sólo vale el “aquí y ahora” de unos minutos de actuación. “Si me enganchas te sigo… si no… a otra cosa… y tu concierto será simplemente un borrón en mis millones de actividades  que he hecho y haré”.

En la vida real… un músico… es contable, representante, community manager, road manager, relaciones públicas, administrador y administrativo, carga-trastos, es experto en instrumentos musicales, técnico de sonido, productor musical, empresario, emprendedor, fotógrafo, diseñador,… ¡ah… y también hace canciones y las canta!

En la vida real pasan cosas graciosas… a un músico se le puede pedir que actúe gratis, porque el concierto es para una ONG y la recaudación es benéfica! Pero sí se pagan, obviamente, la tirada de carteles que empapela la ciudad, el equipo de sonido y técnicos que la harán posible, el alquiler del salón donde será el evento, un presentador que es noséquien muy conocido, …También se te puede acercar alguien a decirte que es súper fan, que te sigue desde que empezaste y que su canción favorita es “título de una canción que no has escrito tú” … En la vida real uno hace ofertas para vender algún disco más… por ejemplo 2 discos a 15 €. Y cuando alguien se pone a vender tus discos (si puedes evitar hacerlo tú mismo) y grita “dos quince! Dos quince!” alguien se puede acercar y darte exactamente 2€ con 15 céntimos pensando que es suficiente… (esto nos pasó de verdad)

Cuando tu música además, se enmarca entre los valores y la fe… la cosa cambia… el escenario se convierte en un “todo vale”, donde el equipo casi nunca es el adecuado y el argumento es un “no te preocupes, es una actuación sencilla… para 150 ó 200 personas que no notarán si el sonido es bueno o malo y contamos con megafonía…” ¡¡¡megafonía!!! es verdad, no lo notarán… simplemente dirán, “se oía mal… este tío no me ha gustado”.

En la vida real conduce uno mismo y selecciona el peor de los hoteles a propósito. Pensiones de carretera donde es mejor pasar miedo para poder ahorrase unos eurillos en el viaje. O conduce la noche del tirón para llegar a casa!!!

En la vida real el músico llega solo a casa. Abre la puerta de su casa solo. Las multitudes no lo acompañan hasta la cama. Y se derrumba solo en su cama. Con toda la adrenalina que ha dejado, convenientemente, reposar en el portal… no le vaya a distraer en sus sueños. En el mejor de los casos alguien le espera en casa, aunque a esas horas está durmiendo.

En la vida real… los que decidimos tener una familia… (hay quien lo considera incompatible) oímos muchos fines de semana a nuestros hijos por teléfono. Contándote lo que están haciendo sin ti.

En la vida real siempre hay alguien que te pregunta “¿y tú qué? Sigues haciendo conciertos y esas cosas que tú haces?” y mientras te lo pregunta no sabe que la misma frase encierra un “esto es increíble” o “¿aún no lo has dejado?” con tono más de incredulidad que de admiración. O te preguntan «¿a qué te dedicas?» tú dirás… «soy músico» y te respondarán… «no! que en qué trabajas!?»

En la vida real todos saben mejor que tú lo que deberías hacer para triunfar. También te cuestionan cómo se te ocurre poner un concierto un martes!!! (como si uno pudiera elegir todas las fechas de sus conciertos). A mí me gustaría responder… “uf… sí… díselo a mi agente…”

En la vida real lo pasamos muy bien tocando… es una sensación increíble que se convirtió en necesidad años atrás… disfrutamos de la gente que vibra con las canciones de uno como si todo cobrara sentido; salimos de un concierto sintiéndonos súper héroes; triunfadores hasta en la peor de las salas o antros donde actuamos. Bueno, no siempre. Pero disfrutamos muchísimo de algo que para tantos no es un trabajo y que solo se entiende como un hobby o afición.

En la vida real, uno recibe mensajes e imágenes con sus canciones y el feedback de algún fan loco que sí es admirador de sus canciones… y esto es un empuje para seguir escribiendo… para seguir actuando… aunque uno se siente ingrato cuando esto no le consuela del todo.

En la vida real, uno no tiene pretensiones ya de triunfar en las grandes plataformas, pero quiere triunfar en su vida… dedicándose a lo que sabe y le emociona hacer… mejor o peor, pero con pasión.

Porque en la vida real triunfar es sentirse orgulloso de lo que uno hace. Triunfar es mirar hacia lejos y que te valga la pena cada pena; que valga la alegría cada alegría. Procurar por todos los medios ser de verdad. Y Fracasar no es no ser seleccionado por un jurado, fracasar es no seleccionarse a uno mismo cada día. Triunfar es mirarte de cerca y saber que has hecho todo lo que está en tus manos, poniendo toda la carne en el asador. Triunfar es aceptar con paz e incluso con alegría, que cuesta dedicarse a una pasión… aunque a veces pese,… porque por las venas corre un “nosequé” que no te deja mantenerte vivo si no sigues su impulso… Triunfar es seguir y permanecer soñando… y el éxito no se mide en likes… sino en autenticidad y, para mí, en que quien esté a tu alrededor, pueda ser un poco más feliz.

En la vida real…. Uno fue músico… y pese a todo… cada vez que se subía a un escenario era más él que él mismo… y lo duro… empezaba justo al bajarse del escenario…

#serMúsico #serArtista #OperaciónTriunfo #OT #Triunfo #LaVidaReal

#illustration #ilustración #frailadas

facebook · twitter · instagram

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad